lunes, 5 de octubre de 2015

POSADAS

POSADAS



Sobre la barranca del río Paraná se encuentra Posadas, capital de Misiones. Fronteriza con la ciudad paraguaya de Encarnación, están unidos por el puente Internacional San Roque González de Santa Cruz.

Según los estudios arqueológicos realizados se estima que el territorio misionero fue habitado por los pueblos indígenas desde unos 10.000 años atrás.

Los aborígenes que vivían en distintas regiones, eran: Tobas, Matacos (wuichi) y Pilagás, y otro grupo de aborígenes cerca de la costa del Alto Pilcomayo de nombre Chulupíes, formada de desprendimientos de tribus paraguayas.
Existían varios grupos nómades denominados montaraces.

En 1879 la Legislatura correntina aprobó la iniciativa del Poder Ejecutivo y cambió el nombre de Trinchera de San José por el de Posadas (22 de septiembre de 1879), en homenaje a José Gervasio de Posadas ― «director supremo» de lasProvincias Unidas del Río de la Plata―, quien anexó esta porción de territorio misionero a Corrientes.
El término Trincheras que integra varias de las denominaciones anteriores del lugar se debe a las murallas de defensa que se construyeron en la zona. Itapúa significa en guaraní punta de piedra.

De los documentos religiosos de la época, se rescata que la conquista espiritual de los aborígenes pobladores de la región fue autorizada en 1.608/9, e iniciada por la vía Asunción - Tebicuary, por el Padre Lorenzana, integrante de la Compañía Jesuita.
Levantaron diez reducciones que albergaron miles de indígenas. Testimonios de tan extraordinaria labor son las ruinas, que aún se conservan, como las de San Ignacio Miní, que fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

Al momento de la Revolución de Mayo en 1810, los misioneros fueron los primeros en adherir a la Causa de la Emancipación en forma espontánea.

al mismo tiempo en que se habilitó el puerto el 30 de Julio de 1884, pasó a ser capital del entonces territorio de Misiones.

Federalizada como gobernación nacional en 1881 comenzó a inmigrantes, en su mayoría polacos y ucranianos.

Numerosos arroyos nacen dentro de la zona urbana y desembocan en el Paraná. Dentro de estos los más importantes son el Patotí y el Vicario, que reciben a su vez el aporte de otros pequeños afluentes. Aunque solían causar serios daños con las crecientes, el entubamiento de la mayor parte de su recorrido logró que prácticamente no afecten la ciudad. Su origen se debe al alto nivel de precipitaciones, humedad ambiental y en el suelo (que forma los manantiales de los cuales nacen).
Los dos arroyos más importantes que atraviesan la ciudad nacen en el interior de la provincia y desaguan también en el río Paraná: el arroyo Mártires y el arroyo Zaimán. Son de escaso caudal, salvo en sus desembocaduras donde forman pequeñas rías que se vieron aumentadas al completarse el llenado del embalse de Yacyretá, formando grandes espejos de agua, que fueron aprovechadas como zona de esparcimiento. El arroyo Zaimán forma parte del límite con el municipio de Garupá (cuando faltan algunos kilómetros para su desembocadura), mientras que el Mártires forma un virtual límite oeste con la zona rural y aeroportuaria en sus últimos 5 km.

La arquitectura del ejido urbano de Posadas presenta antiguas construcciones que rememoran la época de las misiones jesuíticas. Plazas e iglesias que conservan un estilo romántico se fusionan con la zona de la costanera, ideal para el descanso y el relax.

Museos dónde se descubren restos de la antigua Posadas; exposiciones artesanales que demuestran la continuidad de las culturas aborígenes; ruinas jesuíticas que evocan la historia más fuerte de toda la zona; son algunas de las paradas inevitables en el recorrido cultural por esta ciudad capital.

Pero eso no es todo, la magnífica vegetación misionera también ha encontrado en Posadas las condiciones necesarias para la creación de paisajes encantadores. La deslumbrante costanera del río Paraná, el Parque Paraguayo y la Plaza 9 de Julio, con su colección de especies arbóreas autóctonas, constituyen esos espacios ideales dónde admirarse con las bellezas naturales y disfrutar de la tranquilidad y la frescura.

Posadas brinda también una amplia gama de opciones deportivas en sus niveles acuáticos y terrestres: pesca deportiva, canotaje, navegación a vela, paseos por el río; golf, hokkey sobre césped, fútbol, tenis, entre otros tantos que quedan a elección del turista.

Con todas las comodidades y las más variadas alternativas turísticas, Posadas es una ciudad que vale la pena descubrir a cada paso y que, indudablemente, no se arrepentirá de visitar.

Caracterizada por poseer una amplia franja costera sobre el río Paraná, la ciudad de Posadas seduce a los pescadores con el extenso listado de especies itícolas y la irrechazable invitación a participar de uno de los concursos de pesca más famosos de la Mesopotamia:
las Veinte Horas, celebrado cada año en el mes de septiembre y consagrado por su importante convocatoria internacional.

La ubicación de la capital de Misiones entre las represas Yaciretá e Itapú, provocó una larga ausencia de los peces deportivos en todo el Paraná misionero, los que han ido reapareciendo poco a poco en cardúmenes que desafían el ascenso.


Otros peces, en cambio, se adaptaron a las aguas más lentas y hasta lograron nacer y crecer en el lago artificial del dique sureño, cuya cota ya alcanzó Posadas.
Este es el caso de las boga

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